Hay algo que me ha dejado realmente pensando, cuando viajo normalmente muy a menudo, algunas veces conozco gene de todo tipo, estilo e incluso pastores que intentan en un viaje de dos horas, convencerme de verdades que ellos mismos ni se creen.
Siempre los considere a todos como la porción de comida que te dan en los aviones, la ración individual de personas que conoces y que no importa que algún día vuelvas a ver.
Hoy sucedió algo totalmente diferente, hoy conocí a alguien que me dejo pensando en ella y en mí.
Hablamos de muchos temas desprevenidos y tratábamos de seguir ese hilo invisible sin esperar un nudo y un desenlace. Para mi solo fue compartir algunas experiencias e incluso anécdotas a las cuales ella escuchaba e interpelaba de una manera que seguramente para el resto de pasajeros del viaje podría asimilar a las conversaciones de dos viejos amigos.
En mita de la conversación hablamos de la forma como veíamos la vida y los principios que rigen nuestras vidas, de lo cual me realizo una o dos preguntas que conteste con la verdad de mi forma de ver la vida. Al llegar casi a destino se voltio y me dijo que esa simple conversación le había cambiado la vida porque le había evitado cometer el error de sus vida, según ella, algunas cosas que yo le dije al responder una que otra pregunta que ella me formulo en distinto orden, resultaron siendo las preguntas que ella se hacia sin encontrar para su vida mas que otros interrogantes. Y con lágrimas amargas de felicidad en su rostro me dio la mano y me dijo que esperaba que nos volviéramos a ver algún día.
la verdad no se si algún día nos volveremos a ver y creo que no es del todo necesario, puesto que al contarme su situación y decirme por que mis palabras la llenaban de positivismo y sobre todo le cambiaban la vida; era ella la que cambiaba la mía, me di cuenta por primera vez en mucho tiempo que mi vida es privilegiada y que los altibajos que me han pasado no son nada con respecto a otras muchas otras personas y que además me dio a comprender que si en un pequeño momento le puedo cambiar la vida alguien, de esa forma podré cambiar la mía. Valorare las cosas pequeñas e insignificantes como una mirada o una sonrisa.
Espero que vivas y que seas feliz, que te valores y que te valoren. Todos somos únicos. Aunque muchos te vean riendo no significa que por dentro no estés llorando, y sobretodo el valor de una sonrisa o solo una mirada.
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